El viejo crujiente y salado - Ryan I. Ralkins

 

Canta, oh musa, sobre Kelvin el viejo crujiente y su sal,

Canta sobre sus desvaríos y su mala suerte,

Tan increíble, tan fuerte

He aquí su comenzar,

Dicen que afrodita nació del mar, concretamente de su espuma

Mientras que Kelvin se formó de la sal, de esto no quedaría ninguna duda

Si la mitología griega fuera real.

 

En su juventud se le cruzaron gatos negros por el camino,

Pasó debajo de innumerables escaleras,

Rompió espejos sin dolor ni pena,

Por eso ahora la mala suerte controla su destino.

 

La mala suerte y la desdicha van a su lado

Como Fobos y Deimos acompañan al dios de la guerra,

Qué maldita suerte tan perra,

Solo una musa le lleva de la mano,

Diciéndole al oído que escriba sus tragedias,

Como si se tratara de una gran epopeya griega,

Que no se compara al rescate de los griegos por Helena

En la caída de la gran Troya.

 

¿Cambiará algún día su suerte?

¿Podrá endulzarse su vida?

¿Encontrará la salida a tanta salaera?

¿O seguirá salado y crujiente hasta el día de su muerte?

Tantas son las preguntas que al aire quedan,

Las respuestas solo Dios las sabe,

Ojalá esta salaera echará alas como ave,

Y se alejara quitándome todo problema.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El entierro - por Kelvin I. Márquez Traverzo

El asunto Tani - por Kelvin I. Márquez Traverzo

Helena Montés - Por Kelvin I. Márquez Traverzo